Blogia
golpes bajos

Absenta

Absenta

¿Y cómo no te voy a escribir, mi vida, aunque sea en unos versos torcidos, cuando me quedo aquí sólo, desnudo, tiritando? Son éstas las horas más oscuras y frías del día, cuando me quedo completamente vacío, como un libro en blanco, cuando más necesito tu calor. Cuando más te anhelo, cuando más trato de estirar los brazos, inútilmente, intentando alcanzarte. Quisiera decirte tantas cosas. Algunas, no soy libre para decirlas, pero otras... ¿cómo no te iba a escribir, mi vida? Hoy has vuelto a dejarme totalmente desarbolado, trayéndome recuerdos que tenía profundamente enterrados. Es curioso; mientras tú recuerdas el frío, yo sólo te recuerdo a tí, rabiosamente bella, bellísima, mi princesa de los Cárpatos. Y aunque el recuerdo es intenso, se ve rápidamente desplazado por otro dolorosamente vivo: tu voz, tu olor, tu tacto, tu respiración, tu calor; tu pecho contra el mío, y mis manos acariciando tu pelo, tu espalda.

De alguna forma, sigo encadenado a tu piel.

0 comentarios