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golpes bajos

Tesoros

Recorro Madrid. Es una ciudad tranquila. Mis pies y mi cabeza avanzan en direcciones opuestas.

Un día la marea deja en la orilla una vieja llave herrumbrosa. Entonces recuerdas que hay una caja en algún sitio en el desván, cubierta de trastos viejos y polvo, en la que un día guardaste algo, pero no recuerdas qué. Parece que fue en otra vida; cerraste la caja y echaste la llave al mar, y con el tiempo olvidaste incluso que aquella caja, y lo que encierra, existieron alguna vez. Ahora, el azar ha querido que la llave vuelva a tu mano.

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